Hoy, 12 de Agosto de 2020, desde el Consejo de la Juventud de La Rioja queremos celebrar el Día Internacional de la Juventud agradeciendo en primer lugar a las Entidades Miembro por depositar su total confianza en la nueva Comisión Permanente.

Cuando nos eligieron el pasado 11 de enero, sabíamos la gran responsabilidad y el trabajo que nos quedaba por delante, pero nunca imaginamos que de la noche a la mañana dos meses después de comenzar en esta andadura, nos íbamos a enfrentar a  una pandemia mundial. Esto conllevó mucho esfuerzo, horas de trabajo y modificación de nuestro plan de actuación adecuándolo a estas nuevas circunstancias, a partir de ahí:

Quisimos visibilizar la experiencia de jóvenes riojanos y riojanas, que les tocó vivir los momentos más duros lejos de su hogar.

El confinamiento no fue fácil para nadie, pero la juventud con diversidad funcional nos enseñó a sobreponernos a la situación mostrándonos una pequeña parte de su nueva rutina.

Desde la comunidad china, nos contaron cómo vivieron la situación discriminatoria, y los prejuicios.

Ofrecimos un curso online de gestión del tiempo, útil para esos días en los que parecía que el tiempo no pasaba. Además de otro de educación emocional, para aprender a ponerle nombre a todas las emociones que estábamos experimentando.

El alumnado nos dio a conocer sus vivencias con la teleformación, y juntas reivindicamos la posibilidad de que todas las personas estudiantes tuvieran igualdad de condiciones para afrontar el curso.

Unimos fuerzas con la juventud que se quedó en desempleo para reivindicar las situaciones de injusticia, como despidos improcedentes, etc.

Después de la situación vivid y de la dura situación queremos agradecer a todas las personas jóvenes, que a través del asociacionismo han conseguido:

Adaptar los mensajes oficiales a un lenguaje juvenil y traducirlos a distintos idiomas a través de las redes sociales y desmintiendo bulos y fake news.

Ayudan a las familias traduciendo deberes, enviándoselos al profesorado, acercándoles material escolar a sus casas, favoreciendo la conectividad con el préstamo de dispositivos electrónicos, fomentando el uso de las tic con carácter formativo y educativos.

Generar redes de apoyo vecinales para hacer la compra a población de riesgo en su lugar. Ayudar a afrontar la pandemia, donando material y trabajando en el hospital, sustituyendo sus horas de prácticas por trabajo real con quienes sufrían la pandemia.

La juventud cristiana y musulmana fueron ejemplo de contención en sus respectivas festividades.

Otras supieron reinventar sus proyectos, saliendo a la calle para sensibilizar sobre las medidas de higiene y seguridad en las fases de desescalada.

Han adaptado sus actividades a las medidas establecidas por el gobierno, para garantizar la máxima seguridad.

Por último, seguimos agradeciendo a todas las personas jóvenes asociadas y a las que no, por ser ejemplo de inconformismo, cuestionando lo establecido, buscando mejorar y evolucionar; de sacrificio, dejando muchas veces de lado sus intereses para buscar un bien común; de implicación, siendo motor de cambios sociales para construir una sociedad más justa e igualitaria; de solidaridad entre iguales, permitiéndonos superar juntas las adversidades.

Porque las personas jóvenes somos y seremos ejemplo de presente y juntas construiremos un gran futuro. GRACIAS.